Carmen Serrano

Spanish

EVS Volunteer in Colombia

POST MOBILITY ARTICLE

Estos seis meses en Guayatá se me han pasado volando…Pero bueno retrocedamos en el tiempo… Los primeros días en Guayatá estaba como en un sueño, todo me parecía espectacular, el paisaje, la tranquilidad, el pueblito, la casa donde íbamos a vivir, ¡todo! Las primeras semanas nos dedicamos a conocer el pueblo, la gente y el proyecto, al principio estaba muy motivada, ya que el proyecto apenas estaba en funcionamiento y eso nos permitió desarrollarlo. Siempre he trabajado con adolescentes y jóvenes, pero nunca dando clases, al principio me sentía un poco perdida, pero con el apoyo de mi compañera Margherita, voluntaria de Italia y Jehiner, el coordinador del proyecto, empezamos a trabajar sobre nuestras funciones. Yo soy trabajadora social, por lo tanto, se me encargó toda la parte social del proyecto, empecé a planificar las clases entorno a la educación emocional, pero todo era probar que era lo mejor que funcionaba en las clases. Dábamos clases en dos escuelas, una en el mismo pueblo y la otra estaba en la montaña. Cuando empecé a dar clases me sentí muy a gusto, encontré una vocación que no sabía que tenía, me encantaba dar clases, claro que, no eran las típicas de libro y escribir, si no que utilizaba el espacio para hablar con los jóvenes mediante dinámicas, eso me ha permitido acercarme mucho a ellos y ellas.

Al principio, pasaba todo el tiempo preparando actividades, no conocía a nadie en el pueblo, por eso trabajaba casi todo el día, no regresaba a la casa hasta en la noche. Pero no todo fue de color de rosa, cuando llevaba dos meses, me empecé a sentir sola, reprimida y eso me agobiaba mucho. Cabe decir, que nuestro coordinador le importaba mucho la imagen de los voluntarios, por eso apenas nos relacionábamos con el pueblo, si hacíamos cualquier cosa, siempre era en la casa. Claro, llegó un momento, que yo me sentía antisocial y eso no me gustaba, solo me relacionaba con las dos personas con las que vivía, que eran Margherita y Jehiner. Imagina, vivir, trabajar, y socializarme siempre con las dos mismas personas… para mí no era cómodo, y en ocasiones me aislaba de ellos. Pero llegó otro voluntario temporal, que ya había estado antes en el proyecto, él era venezolano. El me enseñó que no había motivo por el que no relacionarse con la gente del pueblo. Nuestro coordinador temía que hablaran de los voluntarios y que eso perjudicara al proyecto, por eso mismo, actuaba de esa manera. Pero Geark, el venezolano, que fue un gran apoyo para mí, me dijo que no hiciéramos caso, que mientras hiciéramos bien nuestro trabajo, no había problema en lo que hiciéramos fuera de él. Geark me empezó a presentar gente del pueblo, me ayudó a relacionarme y eso me hacía sentir bien. Además, cómo se pretende estar seis meses en un pueblo de 2000 habitantes y no darse a conocer… Pues a partir de ese momento, dejé un poco de relacionarme con Margherita y Jehiner y empecé a conocer gente del pueblo. Poco a poco, me sentía como en casa, la gente era muy amable y bromista. Geark se marchó, pero yo ya tenía un círculo social, si es cierto que no hay mucha gente joven en Guayatá, pero bueno, el hecho de hablar con los vecinos y vecinas de Guayatá me hacía sentir muy bien. Conocí a gente de Guayatá que vivían en un pueblo llamado Garagoa a 1 hora de camino, entonces algunos fines de semana me iba allí. Me di cuenta, que el miedo que tenía Jehiner era excesivo y nada sano para los voluntarios, de hecho, cuando me empecé a relacionar con la gente del pueblo, comentaban que al principio se nos etiquetó como “las antipáticas” por el mismo hecho de no relacionarnos y a Jehiner a día de hoy, poca gente lo conoce, lo llaman “el chico de la moto blanca”. Considero que, si se trabaja en un proyecto social dentro de una comunidad, te tienes que dar a conocer a la comunidad, porque, al fin y al cabo, el proyecto va dirigido a esta. Des de mi punto de vista, creo que lo mejor que hice es “desobedecer” la norma de quedarme en casa y salir al pueblo. Fueron pasando los meses, y yo cada vez me sentía mejor allí, ya no quería volver a Barcelona. Con los alumnos y alumnas todo era genial, teníamos muy buen rollo incluso fuera de clases.

En septiembre, llegó una nueva incorporación en el equipo de trabajo, y con ella muchos problemas tanto laborales como personales. Hablo de manera general, pero si empezamos a ver cosas que no nos gustaron. Dejaron de haber reuniones de equipo, había informaciones que no se compartían con los voluntarios y que era de nuestro interés, como, por ejemplo, el día que se llevaron todas las sillas y las mesas de la casa, incluso la nevera, nadie nos lo dijo, y al reclamar nosotras, nos dijeron que eso no nos perjudicaba en nada… Poco a poco el ambiente era cada vez más tenso, y muchas veces perjudicaba a la hora de trabajar. Al ver este ambiente, yo decidí trabajar por mi cuenta, distanciarme de tal situación y aunque muchas veces era imposible, lo intenté llevar de la mejor manera. A pesar de insistir con reuniones e intentar calmar los humos, todos mis intentos fueron casi fallidos, ya no había casi comunicación ni laboralmente ni personalmente. Para mí, fue una gran decepción que no supieran separar lo laboral de lo personal, pero por más que lo intenté no se arregló la situación. Como ya decía antes, me distancié bastante, eso me ayudó a disfrutar de la experiencia a pesar de todo.

En general, me llevo muy buenos recuerdos de Guayatá, de su gente y de los voluntarios que he podido conocer durante este tiempo, que, a día de hoy, todavía tenemos relación. El proyecto me encantó, me hizo crecer como persona y trabajadora, es una experiencia que no voy a olvidar, de hecho, tengo la esperanza de poder volver a participar en el proyecto ARRAIGO.

MONTHLY ARTICLES

November 2017

Ya se acerca el final de esta experiencia y no me quiero ir… En el mes de noviembre, a pesar de ser el último, he trabajado mucho con los jóvenes, ya que hemos organizado el I TORNEO DE MICROFUTBOL FAMILIAR en Guayatá. Con este torneo hemos querido trabajar la igualdad entre la mujer y el hombre, además de, integrar a las familias para que participen en actividades conjuntamente. Los requisitos prioritarios en este torneo eran:

-En cada equipo debía de haber dos mujeres mínimo jugando todo el rato.

– Los goles tenían que ser marcados solo por las mujeres.

– Tenía que haber tres miembros (mínimo) de la misma familia en cada equipo.

Al principio, había gente que no le parecía bien que los goles solo fueran válidos si eran de mujeres y temíamos que nadie se inscribiera. Cabe decir que, Guayatá, es un pueblo muy conservador, pero a pesar de eso, el torneo fue un total éxito. Todo el mundo nos felicitó por el trabajo hecho, ya que en Guayatá nunca se había organizado un torneo de este tipo. Me sentí muy orgullosa del trabajo de nuestros jóvenes.

October 2017

El mes de octubre ha sido muy productivo, hemos organizado muchas actividades con los jóvenes, de las cuales yo he coordinado tres: el jardín y la visita al ancianato en el colegio Las Mercedes y los carteles del colegio en Sochaquira Abajo. Estas actividades fueron escogidas por los mismos jóvenes, dentro de una de las asignaturas que yo imparto: Ama tu territorio con visión global, en la cual se intenta trabajar el sentido de pertenencia y la identidad a su territorio. Por ello, cada colegio decidió que quería aportar para Guayatá y/o su colegio.

En el colegio de las Mercedes, los jóvenes decidieron crear un jardín en el mismo colegio. Trabajaron muy motivados y considero que fue un éxito total. Para ello, nos pusimos en contacto con Corpochivor, que es una organización que se dedica a cuidar el medio ambiente en la región de Boyacá. Ellos nos colaboraron con 10 arbustos para que los pudiéramos plantar en el colegio y con abono natural. Y este fue el resultado:

Con el colegio Las Mercedes, también se ha realizado una visita al ancianato con tal de crear un encuentro intergeneracional. Los jóvenes tenían que hacer preguntas a los abuelitos de Guayatá sobre el municipio. Fue una actividad muy emotiva, ¡acabamos bailando todos! Estos fueron los llaveros que les regalaron a los abuelitos, hechos por ellos mismos:

Por otro lado, con los alumnos de Sochaquira Abajo, se decidió de hacer carteles de madera para cada clase, para identificar cada grado.

September 2017

En este mes de septiembre me he centrado más en la parte de redes familiares del proyecto, con el objetivo de involucrar a las familias dentro de ARRAIGO y también para darnos a conocer más en los diferentes entornos familiares en los que se encuentran los jóvenes del proyecto.

He realizado un documento donde se recoge toda la información que he podido sacar de las entrevistas que he ido realizando a cada uno de las familias.  Este estudio ha sido realizado para conocer las percepciones y conocimientos que tienen las familias sobre su municipio (Guayatá) y también sobre el proyecto ARRAIGO. El resultado de este estudio nos ha permitido acercarnos más a la realidad sobre la cual estamos trabajando y a las familias del proyecto.

Durante mi trayectoria profesional dentro del ámbito social, nunca había trabajado de manera directa con las familias, por eso, el que hayan confiado en mí para realizar este trabajo, me ha motivado muchísimo. Tuve que entrevistar a 30 familias, yendo a sus casas, para así también conocer el entorno donde viven nuestros jóvenes. Al principio, me daba un poco de vergüenza, pero eso fueron solo las primeras entrevistas, ya después me hicieron sentir muy cómoda y como si estuviera en mi propia casa. El hecho de conocer a las familias me ha acercado más a los jóvenes y entender algunas actitudes que tienen algunos de ell@s. Considero que ha sido un punto extra en mi experiencia profesional, eso me hace sentir muy satisfecha de todo lo que he estoy aprendiendo aquí y que me servirá para mi futuro.

August 2017

Como expliqué en el resumen del mes pasado, este mes hemos trabajado sobre el Festival de la Mogolla y el Café que se realiza en Guayatá, durante los días 19, 20 y 21 de agosto. Nosotros con los jóvenes del proyecto, quisimos poner un stand de comida típica de Guayatá, la cual nos ayudaron diversas familias a cocinar. Al principio no tenía muy seguro que las familias participaran en este evento, pero la verdad, nos sorprendió muchísimo el alto porcentaje de participación que obtuvimos, y no solo por parte de las familias, si no también l@s alumn@s y la misma gente del pueblo. Hemos empezado a darnos a conocer y el pueblo nos ha aceptado muy bien, nos sentimos apoyados.

El domingo 20 de agosto, fue el día que pusimos el stand, fue un total éxito, l@s jóvenes estaban muy motivados y entregados, tal fue así que vendimos todo lo que cocinaron. A partir de este evento, hemos notado un incremento en la motivación notable hacia el proyecto por parte de l@s jóvenes.

Aquí coloco una foto del mismo día del evento.

July 2017

En el mes de julio ya hemos empezado a desarrollar las actividades del proyecto ARRAIGO. Sinceramente, me estoy sintiendo muy realizada, estoy aprendiendo nuevas cosas de organización, en las escuelas me siento genial, ¡vaya, que estoy en mi salsa!

Este mes ya ha empezado la verdadera aventura, ya hemos empezado a trabajar, a convivir y a saber vivir en Guayatá. He visto paisajes maravillosos, voy conociendo poco a poco a gente con quien entablar conversación, cabe decir que, no está siendo fácil, no hay muchos jóvenes y la gente del pueblo es muy conservadora.

Se me ha brindado la oportunidad de poder realizar un taller con familias, nunca antes había trabajado con familias. La verdad, el resultado ha sido muy positivo para mí y el taller salió estupendo.

También hemos empezado a trabajar sobre el Festival de la Mogolla y el Café de aquí Guayatá, es un festival gastronómico y cultural que se hace una vez al año. Por primera vez, los jóvenes de ARRAIGO van a participar en este festival, y vamos a vender productos típicos del municipio cocinados por ell@s mism@s, con la ayuda de sus familias. Están muy entusiasmad@s y han salido muy buenas ideas. Veremos el resultado el 20 de agosto, que ojalá, ¡¡todo salga estupendo!!

June 2017

At the same time that I arrived in Bogotá, I noticed that I had made a mistake with the clothes I had in the suitcase for the 6 months … 😒 I expected it to be hot, sunny … so most of the clothes I had prepared were for the summer … For the luck of the raincoat, which until today has saved me in many days jejeje

The next day, we set out for Guayatá, the town where I will be the next 6 months as a volunteer in the ARRAIGO project. My first impression, it is fascinating, I remain open-mouthed with the landscape that surrounds the village, all mountains, very green all, Nature in its purest form! I love! The first week, all the volunteers in a hotel, to know a little the territory and to do the formation of EVS all together. So, during the first days in Guayatá, we met the Cannor Coffee Factory, I learned how the coffee process is done, which I did not know … We went through a ship near the village, a breathtaking view! And we had plenty of time to walk around and get to know the town. Although … the town has only two streets…

The day came when each of the volunteers’ marches to the villages where they have been selected to volunteer … Here begins our adventure during these 6 months!